Bajo esta óptica pues definiremos la mala calidad como, "Todo aquello que hace disminuir la productividad de empresa, debido principalmente al incumplimiento de los requisitos que se establecen para las diferentes actividades".
Los tiempos muertos de maquinaria, de secretarias, de gerentes, errores en facturación, mala distribución de planta, errores en contratos, mala imagen telefónica, mala planeación de insumos, etc.
Todas estas condiciones raramente se miden y al final la organización absorbe el costo de la incompetencia y, peor aun, el dueño de una PYME es cuando pierde dinero y ni siquiera sabe por qué.
Es importante recordar que si no medimos algo, no lo podemos controlar.
La respuesta a esto es que debemos enfocar la calidad para poder identificar los costos de la no calidad dentro de los procesos ya que lo más caro es cuando: "El cliente detecta defectos en el producto o servicio recibido", Lo menos caro es cuando: "La organización corrige internamente los defectos pero lo menos caro es cuando: "el empleado previene defectos y mejora continuamente la calidad".
Para poder disminuir el costo de la no calidad, debemos aprender a clasificar los costos y una buena forma es hacer a través de estos cuatro grupos:
Costos de Prevención:
■Capacitación.
■Preparación de cotizaciones.
■Evaluación de producto/servicio.
■Diseño y desarrollo.
■Desarrollo de proveedores.
■Preparación de especificaciones.
Costos de Evaluación:
■Pruebas e inspecciones.
■Adquisición de equipos de medición.
■Inspección de materiales comprados.
■Mantenimiento de equipos de medición.
■Formación de auditores de procesos.
Costos por Falla Interna:
■Re trabajos debido a cambios.
■Desperdicios por mal diseño.
■Acciones correctivas.
■Rechazo de artículos comprados.
■Trabajos extras.
Costos por Falla Externas:
■Atención a quejas.
■Garantías pagadas.
■Mermas de producto.
■Devoluciones.
■Ventas perdidas imputables a sus proveedores.
Estudios realizados a empresas estadounidenses se determinó que el éxito fue impulsado principalmente por la eliminación de dos tipos de pérdidas: actividades que tienen un costo pero que no agregan valor y desperdicio de recursos.
Estas empresas han sido capaces de liberar recursos escasos usados en actividades que no agregan valor para desplegarlos en actividades que sí lo hacen, mejorando la productividad, rentabilidad y competitividad.
Para establecer una relación directa entre la calidad y un desempeño mejorado, las empresas deben tener la capacidad de definir, identificar y cuantificar las pérdidas producidas por la mala calidad.