Con el desarrollo de la industria, se establecen controles de calidad, para evitar devoluciones y reclamos por parte de los clientes.
pues, se trata de un control a posterior de conformidad del producto con respecto a las especificaciones del mismo. Se implantan Departamentos de Control de Calidad que verifican por muestra o la calidad de las piezas o productos fabricados.
Se induce a creer que la calidad depende del proceso de inspección y no del de producción o ejecución. Esto implica el surgimiento de cierta falta de compromiso o despreocupación de los ejecutantes para hacerlo bien a la primera, por lo tanto los posibles errores serán detectados y corregidos por la inspección o el control posterior.
Este tipo de control aumenta mucho los costos de los procesos por la necesidad de crear un equipo especializado en el control. El costo de los procesos clásicos de Control de Calidad puede elevarse hasta un 35% de la cifra de ventas.
En ocasiones, es el jefe inmediato el que realiza este tipo de Control de Calidad. El mando tiene que supervisar el trabajo y es responsable de la calidad del mismo. Pero si su labor de supervisión consiste en revisar todo el trabajo de sus subordinados, en puridad, esto significa una duplicación del trabajo de éstos, y la disminución o eliminación del uso de la cadena de mando para otros cometidos.
Así pues, desde los años 30 a los 60, el énfasis se centraba en la labor de inspección y en el establecimiento de tolerancias para los productos, y este control se llevaba a cabo en la recepción de materiales y, al final, en el control de productos acabados.
El objetivo era limitar el envío de unidades defectuosas al mercado. No evitaba los defectos de fabricación, por lo que había un costo elevado de no-calidad, ya que los productos que no pasaban el control tenían que ser eliminados o reparados, reprocesado en terminología propia de la calidad.
Este sistema de Gestión de la Calidad era por lo tanto enormemente costoso. Además, implicaba el no llegar a tiempo, en muchos casos, para entregar los productos en el plazo y en la cantidad demandada.
Pero definitivamente, la demanda ha evolucionado, se ha "cultivado" y consecuentemente resulta más exigente. Al mismo tiempo, el mercado y la competencia se robustecen.
La aceleración de la actividad económica marca una tremenda paradoja, pues no se pueden controlar todas las unidades producidas, pero la calidad comienza a ser una exigencia neta del cliente.
La lectura de esta paradoja dice que, la calidad forma parte del producto, no es un valor añadido opcional.
La calidad no se controla, se produce. Hay que obtener la calidad al mismo tiempo que se fabrica el producto o se presta el servicio. La Garantía de Calidad supone el control en línea de los procesos elementales de producción, además de las pruebas o controles finales. Supone una síntesis permanente de las informaciones y problemas de interés para:
Marketing, métodos y producción
La calidad se construye en cada entidad, en cada puesto de trabajo.
Las técnicas del Modelo de Aseguramiento de la Calidad se proponen evitar las causas de los problemas de calidad durante la fabricación o prestación de un servicio. Se basa en los estudios de Capacidad y en los Diseños de Procesos. El control más importante es el Control de Calidad en curso de producción.
Las tolerancias son estándares a superar, no objetivos a lograr. Se trata de mejorar los procesos y prevenir la aparición de problemas de fabricación o de producción del servicio.
Finalmente, las técnicas de aseguramiento de la calidad han promovido un extraordinario fenómeno de mejora de los procesos de producción y en este sentido, introducir técnicas de aseguramiento de la calidad es algo netamente recomendable.