Las herramientas manuales son los utensilios de trabajo que únicamente requieren para su utilización la fuerza motriz humana. Para su buen uso y evitar accidentes, podemos tomar algunas medidas.
Cuando utilizamos herramientas en el hogar generalmente tienden a ocurrir situaciones inesperadas como golpes, cortes y pinchazos provocados por las propias herramientas. Dolor por sobreesfuerzos y gestos violentos.
Las causas más comunes asociadas a estos riesgos son por el mal uso de las herramientas o por su mal estado, deficiente calidad o inadecuadas para el trabajo, utilización incorrecta, descuidada o inexperta; herramientas mal conservadas o incorrectamente transportadas y almacenadas.
Medidas preventivas
Para reducir los riesgos derivados del uso de herramientas manuales, se deben tener en cuenta una serie de criterios preventivos básicos que contemplen las distintas fases implicadas:
Al comprar la herramienta
Compre las de buena calidad, con la dureza y firmeza necesaria. La selección se llevará a cabo previo análisis del trabajo a realizar con el fin de adquirir las herramientas más acordes al uso previsto, teniendo en cuenta la función para la que fueron diseñadas. También se deberá considerar su forma, peso y dimensiones para asegurar el mejor ajuste y adaptación al trabajador.
Uso y conservación
Antes de comenzar el trabajo, se debe verificar el buen estado de la herramienta, inspeccionando cuidadosamente mangos, filos, acoplamientos y fijaciones en busca de grietas, astillas, roturas, etc.
Las herramientas se conservarán limpias y sin grasa, en condiciones apropiadas de uso, comunicando los defectos observados al superior inmediato para proceder a su reparación, ajuste o sustitución en caso necesario.
Las mordazas, bocas y demás elementos de las herramientas ajustables no deberán encontrarse gastadas, deformadas ni sueltas (llaves, alicates, etc.).
Los mangos no deberán estar astillados o rajados. Deberán encontrarse perfectamente acoplados y sólidamente fijados a la herramienta (mazas, destornilladores, etc.).
Cuando exista riesgo de contacto eléctrico se hará uso de herramientas con mango de protección aislante, y elementos antichispa en ambientes inflamables.
Almacenamiento y transporte
Al finalizar el trabajo, las herramientas deberán ser oportunamente recogidas y almacenadas.
En el almacenamiento se evitará depositar las herramientas en lugares húmedos o expuestos a los agentes atmosféricos.
Las herramientas punzantes o cortantes se mantendrán con la punta o el filo protegidos por fundas de plástico o cuero durante su almacenamiento y transporte.
En general, el transporte deberá llevarse a cabo en cajas o maletas portátiles oportunamente diseñadas, sin hacer uso de los bolsillos ni improvisar.
Las herramientas deberán entregarse de mano en mano, sin proceder en ningún caso a su lanzamiento.